Empecemos por lo básico....el año pasado fui a expocomic un viernes a las 6 y pude ver cosas tranquilamente y disfrutar....este año he cometido el terrible error de ir el domingo a las 12......terrible error. Tras guardar cola para comprar la entrada y después para entrar.....me sumergí en un extraño local abarrotado de gente y de olores extraños.....me di cuenta de que un amante de los comics, de los buenos dibujos y autores...estaba allí fuera de lugar. Los puestos como siempre geniales, las firmas de autores cojonudas, las exposiciones insuperables....pero la cantidad de chavalines disfrazados que abarrotaban el salón dificultó bastante la tarea de disfrutar tranquilamente....el ambiente nos agobió a mis amigos y a mi.....y por eso acabamos escapando a la zona superior de las exposiciones más pronto de lo esperado....en busca de oxígeno y de recuperar el sentido de ir a expocomic: ver buenos dibujos, conocer nuevos estilos, inspirarte. Aquí entramos en materia: la exposición de Kenn